Por Polón Vásquez
Pvasquez3570@yahoo.com
FILADELFIA, PA—“La disciplina familiar impuesta desde temprana edad en mi casa por mis abuelos y padres, el hecho de haberme obligado a obedecer sus ferras orientaciones que, todavía recuerdo, me han salvado de ser afectado gravemente por la mortífera pandemia del coronavirus, COVID 19”.
“Tengo una hija, una nieta y un yerno de origen brasileño, esposo de mi pariente y todos ellos en su casa al noreste de Filadelfia, me parecían sospechosos de contraer el virus de la mortífera pandemia y cuando visitaba su casa, nunca me quitaba la mascarilla”.
Tengo casi dos meses que no visito esa casa, porque debo cuidarme lo más que pueda de contagiarme del COVID 19.
“El pasado miércoles 11 de noviembre del 2020, llame a una casa de viejos amigos a los que, deseaba ir a la saludar a Cherry Hill, Nueva Jersey y me dijeron que no fuera a la residencia porque dos miembros jóvenes de la familia estaban contagiados. Y horas después me llama mi primo José Polanco para decirme que tuviera mucha cuenta al visitar la casa de mi vieja amiga, porque allí, había un joven infectado”.
Esas desastrosas informaciones sobre la conservación humana y muy negativas a la preservación familiar, me ponen entre la espada y la pared y por eso vivo luchando por mi vida.
Por tal razones, solicito y pido encarecidamente a mis amigos y parientes cercanos a que mantengan el *DISTANCIAMIENTO SOCIAL* ante mí y se protejan con mascarillas.
“Tengo seis (6) meses en cuarentena y protegiéndome de ser contaminado por ese mortal virus, una protección personal que, hasta ahora me ha dado buenos resultados. Muy bien, por esas excelentes medidas de protección, Periodista Polón Vásquez”.
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