Por Narciso Isa Conde
El Movimiento Revolucionario 14 de junio se inspiró en el heroísmo de la Expedición Guerrillera de 1959…Constanza, Maimón y Estero Hondo, constituyeron su fuente inicial de inspiración. Creció en la clandestinidad y se templó como el acero en las ergástulas de la Cárcel de La 40.
La resistencia a las más crueles torturas y el impacto del horrendo asesinato de las Hnas. Mirabal y de Rufino de la Cruz sembraron sus ideales y su programa transformador en el corazón juvenil de esos tiempos impactados por la impronta de revolución social y los anhelos democráticos.
Manolo Tavares Justo emergió como el líder de esa avalancha por la libertad en una nación que aspiraba a arrancar de raíz la tiranía de Trujillo, abrazando progresivamente las propuestas de Asamblea Constituyente y nueva Constitución, Reforma Agraria, Reforma Urbana, Reforma Educativa, Salud para todos y todas, y soberanía plena. La Revolución Cubana marcó su direccionalidad sin renunciar a lo netamente dominicano.
El ajusticiamiento del tirano, seguido de una limitada liberalización política bajo el control mediatizador de EEUU, su OEA y sus buques de guerra, no pudieron evitar el salto del IJ4 a la legalidad y su conversión en una gran fuerza popular-juvenil. El triunfo de Bosch y la vigencia de la Constitución de 1963, con mucho del contenido del programa del 59, consolidaron su valiosa presencia abierta en nuestra sociedad.
El golpe de Estado de factura estadounidense y oligarquía, lo empujó de nuevo a la clandestinidad y, además, a la insurgencia guerrillera. De ahí el levantamiento del 1963 y la instalación de 6 frentes guerrilleros con una precaria preparación y escasa inserción rural. De ahí Manaclas con Manolo a la cabeza, sometido a intenso acoso contra-insurgente, que concluyó en rendición por agotamiento, seguida de un genocidio perverso, asumido para liquidar el liderazgo, acción criminal selectiva cuyo 60 aniversario conmemoramos este 21 de diciembre.
El golpe de Estado de factura estadounidense y oligarquía, lo empujó de nuevo a la clandestinidad y, además, a la insurgencia guerrillera. De ahí el levantamiento del 1963 y la instalación de 6 frentes guerrilleros con una precaria preparación y escasa inserción rural. De ahí Manaclas con Manolo a la cabeza, sometido a intenso acoso contra-insurgente, que concluyó en rendición por agotamiento, seguida de un genocidio perverso, asumido para liquidar el liderazgo, acción criminal selectiva cuyo 60 aniversario conmemoramos este 21 de diciembre.
Pero aun con el sacrificio de su promisorio liderazgo, las energías de 1J4 no se esfumaron. Poco después se potenciaron y nutrieron con su heroísmo y el de las demás izquierdas abrileñas (MPD y PSP-PCD) la gesta más importante del siglo XX: la revolución de abril y la guerra patria contra el yanqui invasor.
El poderío militar de la súper-potencia estadounidense finalmente se impuso y con ella 58 años de contrarrevolución imperialista conservadora. Abinader preside esta nueva fase del coloniaje y el conservadurismo, la más neoliberal y empresarial de todas; con un Estado privatizado, religioso, patriarcal y racista, usurpado e intervenido al máximo por las elites capitalistas, USAID y el Comando Sur del Pentágono.
