Himno a la Patria

domingo, 29 de marzo de 2015

¡He aquí el rostro de la pobreza!

              Opinion 
      Organizando Ideas


         Olga Capellán







                                 





Los trabajadores cañeros no son merecedores de ninguna atención, tampoco de una pensión que le corresponde a cada uno de estos pobres infelices, ni siquiera a aquellos que se pasaron toda una vida dando sus fuerzas de trabajo para que el pueblo dominicano viviese con dulzura e incluso el gobierno pudiese destinar los fondos obtenidos a través de este capítulo a cumplir con las necesidades del Estado.

Estos trabajadores no merecen nada, a juicios de los gobernantes del país, no se sabe por cuales razones, las autoridades pasadas y las actuales se niegan a cumplir con el compromiso laboral y social de cada nación para con sus ciudadanos en el área laborista.

Ni siquiera el presidente de la república Lic. Danilo Medina y Sánchez, que tanto se ufana en decir que tiene un 90% de la simpatía y aceptación del pueblo, se ha ocupado por resolver el problema a estos trabajadores cañeros, por el contrario, son tratados con indiferencia por parte de las autoridades gubernamentales a la hora de hacer sus reclamos.

He aquí el rostro de la pobreza, estos trabajadores, muchos de los cuales llevan hasta 50 años de jorobas en las espaldas, trayendo beneficios económicos al país, a pesar de que gran parte de ellos son ciudadanos de otra nación, que bien pudieron colaborar por el desarrollo de su pueblo, sin embargo lo hicieron por la República Dominicana, quienes fueron traídos al territorio nacional por los diversos gobiernos, que hoy les han negados sus prerrogativas de seres humanos con el mismo derecho a cualquier otro ciudadano.

El gobierno insensible del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que tanto ha restregado en la cara de las instituciones de derecho internacional y que brinca y salta cuando se le condena por violación a las leyes que protegen la preservación de los derechos ciudadanos, ha sido el primer aniquilador de estas prerrogativas, incumpliendo su compromiso de Estado.

El gobierno de Danilo Medina, prefiere tener a estos pobres ancianos decorando la parte frontal del Palacio Nacional por días, semanas, meses y quién sabe hasta cuándo, ante que mostrar un mínimo acapices de sensibilidad y cumplir con los compromisos laborales que a estos les asisten, como mínimo otorgándoles una pensión a cada uno, para que ellos puedan vivir los últimos años de vida de una manera digna como está consignado por los derechos humanos y los acuerdos de Viena, La Haya y Roma, entre otros.

Danilo Medina, otorgas lujosas pensiones a hombres y mujeres de otros sectores que nunca han aportado ni un solo centavo a la caja de pensiones del Estado, sin embargo a los ojos del mandatario es una obligación Estatal (que no la veo mal) brindar el apoyo gubernamental a reconocidas figuras del diferente quehacer nacional, lo que si veo mal es que a aquellos trabajadores cañeros no se le tome en cuenta a la hora de que ya no pueden entregar más  el sudor que entregaron por décadas al a la sociedad y al Estado dominicano, a través de los ingenios azucareros, trabajando de sol a sol hasta 15 horas por día.
Los trabajadores cañeros que reclaman sus pensiones y otras prestaciones laborales llevan más de un mes frente al Palacio Presidencial, sin que esto haya movido la sensibilidad de las autoridades gubernamentales, a favor de estos ciudadanos a los que se le ven la pobreza marcada  en sus rostros y a pesar de que el propio gobierno asegura haber acabado con la pobreza en el país en más de un 40%, cuando en realidad so está acabando con los pobres, al negarles sus derechos.

Danilo Medina, tendrá que pagar una buena partida económica para pregonar otra cosa que no sea su falsa  popularidad, porque a simple vista no se nota, y es que si fuere verdad, su gobierno no fuese objeto de tantas protestas escenificadas al menos tres veces por semana, en diferentes localidades y por diversas razones, pero el pueblo no reclama ni protesta por estar alegre y feliz, sino por incumplidas promesas y mejores condiciones de vida.

Que Dios se apiade de los trabajadores cañeros, porque el gobierno del PLD y  Danilo Medina se  niegan a reconocer sus derechos.


La autora es periodista