Himno a la Patria

domingo, 22 de septiembre de 2013

En Republica Dominicana, Los limpias vidrios no tienen alternativa



 

          Lic.Olga Capellán


 Los chiquitos siempre tienen la de perder, luego del trágico desenlace que dio al traste con la muerte de un limpia vidrios en la cercanía de Bella Vista, la policía nacional optó por sacar de circulación a todos aquellos pobres hombres que como alternativas para ganarse el pan de cada día se dedican a esta oportuna labor, que aunque no es la más decorosa, pero en fin un medio de vida sin tener que dedicarse al cometimiento de hechos reñidos con la ilegalidad, contario a muchos ciudadanos que han tenido la suerte de tener un puesto en el gobierno, o al menos una botella estatal. 

Es una pena que tengan que ocurrir casos tan lamentables para que las autoridades tomen medidas al respecto, sin embargo estos hechos no forman parte del programa que tiene el gobierno central para acabar con la pobreza en todo el país.

 Muy lejos de ellos, quitar el único medio de vida de estos pobres hombres; significaría fomentar los actos delictivos en el territorio nacional, sobre todo en la capital del país, ya que en República Dominicana las autoridades competentes no invierten en la gente y como dijo el propio presidente de la república, Danilo Medina, no hay sombreros para tantas gentes.

 El analfabetismo, el desempleo y la falta de oportunidades para que estos seres humanos se desarrollen como entes normales de nuestra sociedad, hace que estos infelices se dediquen al chiripeo. 

¿Y qué pasaría a la hora que estos no puedan llevar el pan de cada día a sus hijos como debería ser? Cuando un padre de familia 3 días consecutivos ve llorar a sus hijos por la falta de alimentos, este sale a la calle dispuesto a todo, sin importar las consecuencias que puedan ocurrir, el gobierno no tiene un programa de creación de empleos para la clase desposeída, porque ni cumple este ni ningunos de los pasados han cumplidos con el legado para los cuales han sido electos. 

Quitar el único medio de vida a estos infelices significa: aumentar la delincuencia en el país, los asaltos, el narcotráfico y cuantas prácticas ilegales puedan existir. A ningún niño se le puede quitar la mamila si no se le tiene un caramelo para entretenerlo. 

Limpiar vidrios como modus vivendi, es una práctica nacida en la República Dominicana, sin embargo; se ha extendido por el mundo, has en Europa.

 En alguna ocasión hace más de 15 años, mientras caminaba por algunos de los principales sectores de la ciudad de Berlín, específicamente en los que colindan entre Tempelhof y Kreuzberg, siendo estos algunos de los más poblados de la capital alemana, quizás por la influencia extranjera de esos lugares, tuve la oportunidad de ver como jóvenes nativos se dedicaban a esta labor, que ni es lucrativa ni tampoco la más decorosa, sino un peligro público donde quiera que se practique. 

Movida por la curiosidad me acerqué a algunos de ellos y le formule algunas preguntas sobre esta labor y la respuesta no se hizo esperar, uno de ellos dijo: esto no es decoroso, pero mejor que ir a robar, otro dijo que había visto esta labor en un país lejano del Caribe (Dominikanischen Republik) al referirse a la República Dominicana mientras fungía de turista en esta media isla. 

Con esto quiero decir que hasta en los países considerados con grandes potencias también tiene sus puntos débiles, con la diferencia que en Alemania el ciudadano que carece de un puesto de trabajo tiene derecho a una ayuda social, contrario a la República Dominicana, país en vía de desarrollo, corroído por la corrupción gubernamental y los impuestos pagados por los ciudadanos se pierden en canales oscuros o van a parar a manos de los políticos de turnos. 

Es injusto quitarle a un ser humano el único medio de vida si no se le tiene otra alternativa, para nadie es un secreto que el transitar por las calles de Santo Domingo se ha convertido en una odisea, yo también y mi familia hemos sido víctimas de estos chiriperos, pero en vez de sacar una pistola para matar a alguien, le hemos dado una sonrisa y mayormente unos cuantos pesos. Que Dios bendiga y proteja a la República Dominicana


La autora, es periodista