Himno a la Patria

viernes, 7 de febrero de 2025

Fundación Renacer Y Hospital Padre Billini Reconocen A MACLA

 

También al Cuerpo de Paz de los Estados Unidos por su impacto en la población dominicana”

Santo Domingo, RD – En el marco de su 30º aniversario, la Fundación Renacer, Inc. junto al Hospital Docente Padre Billini reconocieron a Medical Aid for Children of Latin America (MACLA) y al Cuerpo de Paz de los Estados Unidos por su compromiso y colaboración en el apoyo a miles de pacientes a lo largo de estas tres décadas.

El evento, que tuvo lugar en el salón multiuso Dr. Raúl Debroth del centro de salud, inició con una oración de acción de gracias por las fundaciones y por permitir el desarrollo de la XXX Jornada Domínico-Americana de Cirugía Reconstructiva, que concluyó el viernes 7 de febrero de 2025 en el Hospital Padre Billini, donde más de cien pacientes fueron intervenidos.

“Estos 30 años han sido posibles gracias a la cooperación y el esfuerzo conjunto de aliados como la Fundación MACLA y el Cuerpo de Paz, quienes han contribuido de manera significativa a que nuestros pacientes accedan a todo un equipo multidisciplinario sin costo alguno para restablecer su salud y su calidad de vida. Esta última parte es la misión de todos los que, de una forma u otra, aportamos un granito de arena para que los dominicanos puedan tener bienestar”, expresó el doctor Miguel Cotes, presidente de la Fundación Renacer, durante su discurso.

La entrega de las placas estuvo a cargo de los doctores Edisson Feliz Feliz, director del Servicio Regional de Salud Metropolitano, Sergio Roques, director del hospital; la doctora Alma Bobadilla, una de las fundadoras de la Fundación Renacer; y el doctor Cotes, presidente de la fundación. Ellos hicieron la entrega formal de una placa de reconocimiento al doctor John Quinn, presidente de la Fundación MACLA, por su ardua labor a lo largo de todos estos años en beneficio de las personas más vulnerables.

Asimismo, a Rebecca Mestechkin líder del Cuerpo de Paz de los Estados Unidos, a quien se le dedicó esta jornada, recibió un homenaje especial a todos los voluntarios que, año tras año, ayudan durante todo el proceso para que los pacientes puedan comunicarse con los especialistas, eliminando de esta forma cualquier obstáculo del idioma.

Durante el evento el doctor Féliz Féliz resaltó que este tipo de actividad se realiza por amor.
Dijo que desde el Servicio Metropolitano se vigila de cerca este tipo de jornadas y agradeció a todos los equipos el haber cumplido con los requerimientos previo para poder ejercer y trabajar durante esta jornada de salud.

El cierre del evento estuvo a cargo el doctor Sergio Roques, quien destacó la importancia de estas alianzas para el fortalecimiento del sistema de salud y el impacto positivo en las comunidades vulnerables.

“Nos sentimos satisfechos por continuar siendo un hospital que ayuda y trabaja para la comunidad”, dijo el galeno.

El aniversario también fue una oportunidad para reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos futuros. La Fundación Renacer reafirmó su compromiso de continuar trabajando para que aquellas personas que necesitan intervenciones quirúrgicas reconstructivas, como paladar y labio hendido, contracturas por quemaduras, deformidades en manos y pies (como polidactilia y sindactilia), y reconstrucción de pabellón auricular (orejas), puedan ser impactadas positivamente.

“Este aniversario no solo marca una trayectoria, sino que también renueva nuestra misión de seguir transformando vidas”, añadió el doctor Cotes.

Sobre la Fundación Renacer
La Fundación Renacer, Inc. es una institución sin fines de lucro que, desde 1992, apoya a la población de escasos recursos en la República Dominicana. Su misión es ofrecer cirugías reconstructivas totalmente gratuitas, mejorando la calidad de vida y la autoestima de sus pacientes. A lo largo de su trayectoria, ha transformado la vida de miles de personas, devolviéndoles confianza y esperanza.


¡Ángel O Demonios!

 


Vìctor Elìas Aquino

Un día, esto fue lo que alguien leyó, «no se olviden de la hospitalidad porque por ella, algunos sin saber hospedaron ángeles», Hebreos 13:2 (La Biblia).

¡A caso! ¿Puede haber seres provistos de alas reales en una cárcel de la Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial que se calcula dejó 60 millones de muertes; 40 millones de civiles y otros 20 millones de soldados?
El verso entrecomillado que inicia este relato cobro plena vida gracias a un amigo con rango de hermandad en el tiempo; el periodista Rafael Núñez; quien me regaló la obra “Reportaje al pie de la horca, de Julius Fučík, motivación para escribir este este artículo.
Este texto no es más que un intento de canto a la vida, creando ondas expansivas en el tiempo y largo aliento a los que todavía viven y´ padecieron en carne prop8a vivieron a esa catástrofe mundial de la segunda guerra global.
Fučík, el autor inició como crítico literario y teatral. Luego fue redactor de las publicaciones comunistas Rude Pravo y Tvorba, en las que realizó reportajes sobre temas sociales y culturales. Es condenado a muerte en agosto de 1943 por un tribunal Nazi de Berlín, Alemania.
Julius, “estuvo en la celda 267 de la Cárcel de la Gestapo en Pankrác”, durante la primavera de ese año a la espera del fin de su paso por esta tierra.
Le tocó una estadía miserable con dieta matutina de “borra de café, pan y agua salobre”, en adición a ello, severas golpizas que herían a los reos retenidos y le robaban hasta el aliento, por solo citar algunos de los maltratos.
Pero, la de Fučík era una raza de “hombres superiores” que creían en la posibilidad de un mundo mejor y por su mente nunca consideró la idea de usar el código de la traición.
Es que, “ni todo en la vida es blanco, ni todo es negro”; entre uno y otro matiz hay una infinita gama de tonalidades como artistas haya en el planeta con mentes creativas.
¡Ahí está el arco en las nubes, el arco iris que se eleva de las mentes de los demócratas y los tiranos que ha tenido el planeta!
Ahí está el caso de un aprendiz de zapatero de sonrisa a mandíbula batiente, que tuvo una sola misión en la vida, “hacer llevadera la estancia de los condenados a muerte. Antes hizo campaña en Francia durante el conflicto, pero, no aguantó y abandonó, pese al ascenso que le prometieron de un rango mayor.
La vida se vive minuto a minuto, hora a hora, día a día; y, aquí está este hombre al que por consenso no acordado todos apodan “El Guandul” a este militar.
Para que tengan una idea, es que, el día que le tocaba guardia a este hombre, en todas las celdas se respiraba un aire ligero puro límpido, y la tranquilidad eran tan real que, casi se podía tocar con las manos, y ver con los ojos del alma; aunque ésta pasara por triste pena.
En ocasiones, este soldado llegaba a gritar a un recluso y al hacer esto, acto seguido guiñaba un ojo, creando así una complicidad benévola; de esa manera hacía creer a sus superiores que estaba siendo rígido, duro y maltratador a cabalidad, que era lo que hacían los otros guardias…
Pese a sus esfuerzos para hacer más llevadera la vida de los reos, no convence a sus superiores y “llegan a castigarle por flojo”. Era tan compasivo y empático que, llegaba a sonreírle a los reos y se divertía lanzándoles monedas para ver quien se acercaba más a la pared.
¿Ángel o demonios?