Himno a la Patria

viernes, 12 de febrero de 2021

Migrantes haitianos buscan otra vida desde Panamá



EFE


«Venimos de Brasil y de Chile. Estamos buscando una vida buena», dijo a Efe Evans Paul Pierre, haitiano de 33 años quien, junto a decenas de compatriotas, llegó a Panamá a través de la selva del Darién, la peligrosa ruta migratoria por la que intentan llegar a Norteamérica.


Evans tiene como destino México. Viaja con su hijo de unos 6 años y huérfano de madre. Ella murió en Chile a causa de la covid-19, relató con su limitado español este joven mecánico haitiano, que salió del país austral a finales de enero pasado.


«Estábamos allá (en Chile) sin trabajo. Por la pandemia se murió la mamá de mi hijo». La idea de este viaje es «la posibilidad de pasar a México y conseguir una cuestión buena para nosotros, para la gente que queremos hacer una vida buena», añadió.


Muchos haitianos llegaron a Brasil para construir los estadios para el Mundial de Fútbol de 2014 y terminadas las obras se fueron a otros países suramericanos. A los problemas de conseguir papeles para establecerse legalmente se sumó la crisis derivada de la pandemia, que los dejó sin medios de vida y empujó a buscar otros horizontes, ahora en Norteamérica.


Así lo explicaron los isleños a Efe en Bajo Chiquito, un remoto caserío indígena panameño situado a orillas del río Turquesa y cerca de la frontera selvática con Colombia.


Es esta peligrosa selva del Darién la ruta que siguen los haitianos, cubanos y  africanos y asiáticos para entrar a Centroamérica en su tránsito hacia el norte. En la espesura del monte son víctimas de asaltos, violaciones sexuales y varios encuentran la muerte al caer por precipicios como el situado en el área conocida como «la loma», según los testimonios de los viajeros.


A Wednerson Similhomme, un haitiano de 25 años, le tomó casi 6 días atravesar la selva junto con su esposa y su pequeña hija.


«Mueren personas en el camino, hay gente que no puede caminar. Cuando entras acá», al poblado de Bajo Chiquito, «es mejor que en la selva, donde hay mafias, con pistolas … acá estamos más seguros», comenta este artesano a Efe.


BAJO CHIQUITO, EL CASERÍO INDÍGENA QUE ACOGE A LOS MIGRANTES


Bajo Chiquito es la primera parada en Panamá de al menos 276 migrantes irregulares, de un grupo de alrededor de 700, que salieron de Colombia luego de que las autoridades del país andino reabrieron sus fronteras terrestres, cerradas durante meses por la pandemia.


Esta ruta llegó a registrar un movimiento mínimo en el 2020 debido al cierre de las fronteras por la pandemia, aunque el flujo nunca se detuvo totalmente; en octubre pasado las autoridades panameñas informaron de que más de 1.000 migrantes habían llegado por Darién en dos meses.


En Bajo Chiquito, los migrantes, familias con hijos pequeños en muchos casos y muy pocos usando tapabocas, se mezclaban con los habitantes del poblado. Se bañaban en el río, donde también lavaban sus ropas, y armaron en las caminerías y frente a las casas pequeñas carpas de colores, decenas de ellas, donde duermen a la espera de poder seguir su camino.


Los viajeros hacían fila para dar sus datos a funcionarios de Migración.


«Hay que tener paciencia. Si tenemos que esperar podemos hacerlo, somos familia», dijo a Efe Wednerson Similhomme, quien aspira llegar con su esposa e hija a Miami (EE.UU.) donde tiene familia y cree que la vida puede ser «más fácil» gracias a un trabajo «en cualquier cosa, en frutas como en Chile, que le permita «para cuidar a la familia».


Lázaro Fondicheli, un cubano de 45 años que viaja con su esposa de 34 años, dice que están «prácticamente secuestrados» en Bajo Chiquito: «nos dicen que no podemos salir por nuestros propios medios, que si no tenemos 25 dólares no nos podemos ir. En un lugar donde todo el mundo sabe que fuimos asaltados por el camino varias veces, violadas las mujeres y los hombres, después de tanto sufrimiento, ¿de dónde vamos a sacar 25 dólares para poder salir?».


«Estamos tirados acá sin agua, sin baño, durmiendo en unas carpas que traemos nosotros mismos, alquilan a 5 dólares por personas unas cabañas que están en pésimas condiciones. No hay una atención médica, aquí uno viene con heridas en los pies gravísimas, yo estoy dañadísimo, mi esposa tiene la salud dañadísima, tiene fiebre, no ha venido nadie a atenderla», añadió.


Las autoridades panameñas están tomando las medidas para recibir a este renovado caudal migratorio procedentes de Colombia, tomando en cuenta que Panamá es el único país centroamericano que ya abrió sus fronteras, el pasado 29 de enero, dijeron a Efe funcionarios del Servicio Nacional de Migración (SNM) y del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).


El defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, ha dicho que los migrantes que llegan a Bajo Chiquito serán sometidos a una cuarentena de 14 días, y que una vez descartada la infección del nuevo coronavirus se les llevará hacia La Peñita, otro poblado indígena en Darién que ya ha servido de estación migratoria y ha colapsado.


De acuerdo a cifras oficiales obtenidas por Efe, hasta el pasado 9 de febrero había cerca de 1.000 migrantes en Darién: 512 en Bajo Chiquito (276 llegados el lunes pasado); 100 en Lajas Blancas; 375 en San Vicente; y ninguno en La Peñita y 10 en Canan Membrillo.


No está clara la cantidad de migrantes que se encuentra en Los Planes de Gualaca, el albergue panameño que está cerca de la frontera con Costa Rica, un país que aún mantiene cerrada su frontera terrestre y que solo ha habilitado, de manera coordinada con Panamá, una corredor humanitario para que nicaragüenses puedan regresar a su país, dijeron a Efe funcionarios panameño y costarricenses.


LOS ESFUERZOS DE PANAMÁ Y EL SISTEMA DE NACIONES UNIDAS


Cada año miles de migrantes irregulares movidos por traficantes de personas llegan a Panamá procedentes de Suramérica y con destino a Estados Unidos, en un flujo que ha generado crisis humanitarias en el istmo centroamericano en los últimos años.


Idiam Osorio, funcionaria de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá, recalcó a Efe los «esfuerzos» del Estado panameño frente a «todos los retos que implica una migración» de este tipo para que sea «segura, ordenada».


Una prueba de esos esfuerzos es el albergue de San Vicente, con capacidad para recibir a unas 400 personas, ubicado en Darién y levantado tras una orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH): allí hay casas modulares, baños, lavandería, caminerías y servicios sanitarios.


Una resolución de la CorteIDH ordenó en mayo pasado al Estado panameño resolver los problemas de hacinamiento y garantizar el acceso a servicios sanitarios de los migrantes en Darién, que esos tiempos sumaban más de 2.500.


«Tener un espacio que reúna, en la medida de lo posible, los estándares humanitarios mínimos que se piden para habitabilidad, manejo de agua, acceso a los derechos y los servicios relacionados» es producto de una «respuesta humanitaria conjunta, coordinada, integral, del sistema de la Naciones Unidas, el Gobierno de Panamá y los actores claves que han estado involucrados en el manejo de la pandemia», dijo Osorio.


Medio Ambiente recupera seis pericos criollos



 El ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, informó este viernes que fueron recuperados en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) seis pericos criollos y dos huevos.

Jorge Mera hizo el anunció a través de su cuenta de Twitter , donde además destacó que las aves fueron rescatadas gracias a una llamada que recibieron por la línea verde, un canal que fue aperturado para denunciar algunas infracciones al medio ambiente

Regidores dejan sin efecto incremento salarial

 




Por Danilo Correa


Reunido en la Sala Capitular, el Concejo de Regidores de Santo Domingo Este dejó sin efecto el aumento salarial de un 10%.

Los regidores revelaron que ese incremento de 22,000, no se trataba de un aumento salarial como se difundió “erróneamente”, a través de los medios de comunicación.

Explicaron que esta alza salarial, estaba establecida en el reglamento 01-21 que instruye “compensaciones a los regidores por rendimiento y participación en las diferentes comisiones que funcionan dentro de la sala capitular, conocida el cuatro de febrero 2021”.El novedoso incremento a que aspiraban estos regidores en su salario causó gran rechazo entre los moradores de Santo Domingo Este, quienes manifestaron que no se correspondía este aumento con un municipio lleno de basura.

OMS advierte de que personas vacunadas contra covid pueden contagiar a otras

 EFE





La científica jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan, advirtió hoy en rueda de prensa de que algunas personas vacunadas contra la covid-19 aún pueden contraer el virus, y aunque no se pongan enfermas, contagiar a otras.

«Si tienes la vacuna y contraes la enfermedad, la carga viral es mucho menor, así que las posibilidades de infectar a otros también puede que sean menores», puntualizó la experta india.

Debido a esta posibilidad, y «hasta que sepamos más, es importante que todas las personas, aunque estén vacunadas, sigan manteniendo las medidas de seguridad: uso de mascarilla, lavado frecuente de manos y mantenimiento de la distancia de seguridad», continuó Swaminathan.

En la mayoría de ensayos clínicos se ha demostrado que las vacunas protegen contra el desarrollo de formas graves de la enfermedad, pero no es seguro que eviten completamente la infección.

«Nuestro entendimiento de esto está evolucionando según salen diferentes estudios», explicó la científica.

También se están llevando a cabo estudios sobre la inmunidad tras contraer la covid-19, ya que la Organización Mundial de la Salud ha recibido informaciones sobre personas que se han vuelto a infectar con alguna de las nuevas variantes.

Lo que es seguro, según Swaminathan, es que tras una infección se obtienen anticuerpos que duran al menos unos seis meses, y que también se desarrolla resistencia celular contra las posibles células infectadas, que aunque es más difícil de medir, puede llegar a durar años.