Opinión
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Olga Capellán
Todo el buen dominicano está
defendiendo la nación ante la envestida nacional é internacional contra este
país, tras el resonado plan de
regularización de extranjeros que se está llevando a cabo en los actuales
momentos, y que afecta en su mayoría a la inmigración haitiana que pernota de
manera irregular en este territorio y a cientos de dominicanos descendientes de
ciudadanos haitianos, quienes fueron de manera directa o indirecta
desnacionalizados luego de la Ley 168-13 del Tribunal Constitucional.
Yo también me sumo a esta defensa, lo
que no estoy de acuerdo es con aquellos
“nacionalistas” de nuevo cuño de los últimos tiempos, incluyendo a algunos
periodistas (confundidos en su mayoría) quienes no saben diferenciar a qué se
le llama patria, porque lo de ellos es emprender de una manera rapaz en contra
de las personas que no están de acuerdo con la actitud injusta que han
implementado algunas instituciones del gobierno dominicano, y ellos no saben distinguir
entre una cosa y la otra.
Pero no estoy de acuerdo ni me sumaré
a estos personeros (bocinas pagadas) con los dineros del Estado, que cobran
botellas y salarios de los dineros obtenidos de los impuestos que pagamos todos
los ciudadanos comunes. Es decir: estas bocinas las pagamos nosotros,
desorientados y capaces de satanizar a quienes no comulguen con esos planes
macabros que han sido criticado por las instituciones internacionales de
Derechos Humanos, como se ha visto en las últimas semanas.
He sido incriminada, insultada y satanizada por parte de personas ligadas al
gobierno dominicano y que no están de
acuerdo con nuestro trabajo profesional, parroquianos, incluyendo a un
“periodista” de nombre Olmedo Pineda, quien es de todo conocido; cobra una
botella en el consulado dominicano con sede en Madrid, el que me acusó a través
de las redes sociales de formar parte de los pseudos periodistas y de estar
siendo financiada por empresarios de la sombra, a quienes no él identificó.
Pedimos al señor Pineda y a cualquier
otra persona que poseen pruebas de esos supuestos empresarios de la sombra que
están financiando esa campaña en contra del país, a la cual supuestamente
pertenezco a que las presenten por medio a los organismos correspondientes
A ese “colega” tengo para decirle que
Olga Capellán probablemente es la única persona periodista de nacimiento en la
República Dominicana, que luego de haberse investido como licenciada con el
honor de ser la tercera persona en que su tesis universitaria del Departamento de
Comunicación Social de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de
Santo Domingo (UASD) fue recomendada para libro, por el alto nivel de
investigación del tema y que luego fue homologada por el Ministerio de de
Educación de Alemania y reconocida por el senado de Berlín, llevado a la
categoría de doctorado, lo que le falta a él y a muchos otros que han querido
satanizarla.
Asimismo, antecedentes han habidos, donde la propia Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP) se ha hecho eco y ha manifestado del peligro
existente ante el ejercicio periodístico en la República Dominicana, a quien
alertamos de nuestra situación y aquí señalamos algunos de los casos más
conocidos de los últimos tiempos: el asesinato de los periodistas José
silvestre en la Romana, Newton González, en Santiago, y Blas Olivo, en Bonao.
Además de la amenaza de muerte
contra los periodistas Fausto Rosario,
de acento.com y de Salvador Holguín, por haber desvelado los supuestos nexos
del ex presidiario por narcotráfico, Quirino Ernesto Paulino Castillo, con el
ex presidente de la república Leonel Fernández y Reyna.
Además del extraño robo a en la casa
periodista Marino Zapete, y el atentado a Celina Suriel, la semana recién
pasada.
Pero si ese es el precio, yo estoy
dispuesta a pagarlo, pero nada ni nadie podrán detener nuestra crítica por los
abusos del Estado dominicano cometidos en contra de los nacionales haitianos ni
de ningún otro ciudadano que de alguna manera se encuentren en el territorio
nacional.
En los últimos días el gobierno
dominicano ha emprendido una campaña para salir al frente de las críticas
nacionales e internacionales contra el plan de regularización, ya que dichas
instituciones consideran pone en desventaja a los extranjeros dentro de la
República Dominicana, sobre todo a aquellos provenientes del hermano país de
Haití.
Pero al gobierno dominicano le cogió
tardes para ir a “Guananico”
A pesar de que la República
Dominicana está invirtiendo millones de dólares pagando a personeros
internacionales con la finalidad de cambiar la imagen de este país caribeño
ante el mundo, y aunque posee uno de los más amplios cuerpos diplomáticos a
nivel mundial (débil en gran parte por su desconocimiento en materia de la
diplomacia) sabiendo que su plan era injusto y secionista, las organizaciones
defensoras de los derechos haitianos coparon a las instituciones
internacionales, para dar la voz de alerta y así evitar una limpieza étnica en
esta media isla.
Cuando el flaco cuerpo diplomático
dominicano quiso abrir los ojos, ya los organismos internacionales habían dado
la razón y reconocido los derechos de estos ciudadanos, lo que ha traído una
controversia en contra del país y sus autoridades, y a pesar de alto precio
pagado por el Estado, ya el daño está hecho, porque le cogió tardes para ir a
Guananico.
La autora,es periodista