Himno a la Patria

lunes, 14 de septiembre de 2015

¡Los que se cobijan bajo la sombra ajena!


           Opinión
  Organizando Ideas

     Olga Capellán

                                                               
                     







El populismo es un término de un contexto habitualmente peyorativo, utilizado mayormente en el ámbito político, sin que este refleje una evidente identificación ideológica, donde el mismo puede ser llevado a efecto  por órganos de izquierda o de derecha, y en los últimos tiempos también llevado a la práctica por otros sectores, con el mero interés de dar a conocer un carisma que a veces ni siquiera estos poseen.

Existen sectores fuera de la política que se manifiestan de manera populista, pero ligados de manera directa o indirecta a esta ciencia, ya que muchos se identifican en gran medida con los partidos gobernantes, a sabiendas que muchas veces no son las mejores representaciones del pueblo para resolver los problemas perentorios que les aquejan.

En Brasil por ejemplo, Luís Ignacio (Lula) da Silva asumió la presidencia de del más amplio país sudamericano en territorio y población y gobernó desde el 2003 hasta el 2010, ejerciendo sus mandatos de una forma popular, siendo sustituido por su compañera de partido Dilma Rousseff, quienes gobernaron y siguen gobernando de una forma populista, hoy tanto la actual presidente de esa nación como su antecesor se encuentran bajo la mirilla por acusaciones ligadas a la corrupción, uno de los más sonados casos lo es el de Petrobras, del que se acusa también extender sus tentáculos corruptivos hacia el gobierno dominicano.

En Alemania la actual canciller de la República Federal (jefe del gobierno) en su accionar actúo de manera populista, tanto frente al problema económico por el que atraviesa Grecia, casi estrangulada, gracias a la política del no al rescate implementada por el sistema, a pesar de ser ambas naciones miembros de la Unión Europea, así como a la política del flujo de asilantes, dado en las últimas semanas, y que vino al traste, luego de la publicación de la muerte de niños que fallecieron cuando intentaban juntos a algunos familiares cruzar fronteras desde África y Medio Oriente hacia Europa, “haciendo humanizar” a la clase política gubernamental.

En Latinoamérica, uno de los casos populistas más palpable lo es el de Venezuela, luego de la “Revolución Bolivariana” implementada por el ya fenecido “Comandante” Hugo Chávez, y continuada por Nicolás Maduro, el que le sustituyó a la hora de su muerte; y quien gobierna es país con manos férreas en contra de la oposición.

En el Caribe, el gobierno más conocido como populista lo es el de nuestro país, República Dominicana, donde el modelo implementado por el  Partido de la Liberación Dominicana (PLD) primero con el Dr. Leonel Fernández a la cabeza,  y ahora por  el Lic. Danilo Medina, de este último se dice busca impresionar a la ciudadanía con diversas acciones populares, que si bien es cierto se compenetra con su pueblo, pero no le soluciona los principales problemas existentes, al menos así lo aseguran políticos de  diversos partidos de la oposición, siendo el de mayor alcance el Lic. Luís Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el Dr. Guillermo Moreno de Alianza País, entre otros.

De acuerdo al candidato opositor, Medina se abandera del populismo haciendo visitas sorpresas a los sectores más desposeídos, pero según Abinader, el presidente de la republica incumple en más del 88% de las promesas realizadas a lo largo de su gobierno y gestión.

El populismo también es aprovechado por otras áreas, donde cantidades indeterminadas usan este método para cobijarse bajo la sombra de otros similares, entre ellos en los diversos medios de comunicación, y quienes utilizan este contexto solo pretenden brillar con la estrella ajena.

En los medios de comunicación y redes sociales también aparecen profesionales carentes de ideas, propios de la escasa formación educativa, muchos de los cuales se abanderan en organizaciones gremiales o políticas, oponentes a cualquier tipo de ideología, pero capaces de poner en apuros públicamente a quienes ellos consideran sus rivales de hecho, sin tomar en cuenta las clases sociales.
Existen lamentables casos de incontrolables é intolerantes, realidades a todos los niveles que vivimos cada día y en diferentes medios.

La autora es periodista