Por: Víctor Aquino.
Julius, “estuvo en la celda 267 de la Cárcel de la Gestapo en Pankrác”, durante la primavera de ese año a la espera del fin de su paso por esta tierra.
Le tocó una estadía miserable con dieta matutina de “borra de café, pan y agua salobre”, en adición a ello, severas golpizas que herían a los reos retenidos y le robaban hasta el aliento, por solo citar algunos de los maltratos.
Pero, la de Fučík era una raza de “hombres superiores” que creían en la posibilidad de un mundo mejor y por su mente nunca consideró la idea de usar el código de la traición.
Es que, “ni todo en la vida es blanco, ni todo es negro”; entre uno y otro matiz hay una infinita gama de tonalidades como artistas haya en el planeta con mentes creativas.
¡Ahí está el arco en las nubes, el arco iris que se eleva de las mentes de los demócratas y los tiranos que ha tenido el planeta!
Ahí está el caso de un aprendiz de zapatero de sonrisa a mandíbula batiente, que tuvo una sola misión en la vida, “hacer llevadera la estancia de los condenados a muerte. Antes hizo campaña en Francia durante el conflicto, pero, no aguantó y abandonó, pese al ascenso que le prometieron de un rango mayor.
La vida se vive minuto a minuto, hora a hora, día a día; y, aquí está este hombre al que por consenso no acordado todos apodan “El Guandul” a este militar.
Para que tengan una idea, es que, el día que le tocaba guardia a este hombre, en todas las celdas se respiraba un aire ligero puro límpido, y la tranquilidad eran tan real que, casi se podía tocar con las manos, y ver con los ojos del alma; aunque ésta pasara por triste pena.
En ocasiones, este soldado llegaba a gritar a un recluso y al hacer esto, acto seguido guiñaba un ojo, creando así una complicidad benévola; de esa manera hacía creer a sus superiores que estaba siendo rígido, duro y maltratador a cabalidad, que era lo que hacían los otros guardias…
Pese a sus esfuerzos para hacer más llevadera la vida de los reos, no convence a sus superiores y “llegan a castigarle por flojo”. Era tan compasivo y empático que, llegaba a sonreírle a los reos y se divertía lanzándoles monedas para ver quien se acercaba más a la pared.
¿Ángel o demonios?
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