PRENSA LATINA
(Prensa Latina) La controversia presente hoy en República Dominicana alrededor del Fondo de Asistencia Social que reciben los Congresistas, sacó a la luz lo costosa de esa institución para el país.
Resulta que el mencionado Fondo, conocido como el Barrilito para los Senadores y el Cofrecito para los Diputados, y catalogado de indecente por no pocos, no es el único ingreso adicional asignado a los elegidos, ni los únicos gastos que cargan sobre sus espaldas los contribuyentes.
Basta mirar el proyecto de presupuesto para el 2021 y se verá que el Congreso Nacional y la representación al Parlamento Centroamericano tiene asignados más de siete mil 819 millones de pesos (135 millones de dólares), considerado uno de los montos de gastos legislativo mayores de la región.
Según el periodista dominicano Juan Bolívar, alguna vez la sociedad tendrá que reevaluar la conveniencia de dotar al Poder Legislativo de una sola cámara como todos los países centroamericanos, «pero en lo inmediato se impone derribar los barrilitos y cofrecitos asumidos ya como ventajismos inconstitucional y antidemocrático».
Bolívar destacó en un artículo divulgado en el diario Hoy, que en ambas cámaras del Congreso aparece un capítulo denominado «contribuciones especiales», que arroja 14,4 millones de pesos (248 mil dólares) por Senador y 1,2 (21 mil) por diputados.
Entre esas contribuciones que reciben se encuentran gastos de representación, combustibles, hospedajes, dietas por asistir a sesiones y comisiones, ingresos adicionales para Navidad y Día de Reyes, partidas para pagar personal auxiliar y asesores, así como seguro de vida y de salud, entre otros.
Y como si fuera poco, señaló el periodista, disponen de vehículos con choferes y combustible, están exonerados de impuestos para importar dos vehículos por período de cuatro años y en muchos casos, tienen guardaespaldas.
En fin -agregó-, la realidad dice que los elevados costos del Congreso de esta nación son prácticamente insostenibles si de austeridad se trata, no basta con echar abajo el barrilito y el cofrecito, el tema va mucho más allá y sin dudas, ventilar en estos momentos el tema puede traer nuevos vientos.
Sin embargo, no será fácil destruir un andamiaje de años y de intereses, esperar un vuelco total es una ilusión, pero aunque sea un paso, valdría la pena en medio de tantas carencias y crisis que sufre el pueblo dominicano, concluye el artículo.
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