Himno a la Patria

sábado, 6 de junio de 2015


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28/5/2015
¡La venganza es dulce!


La venganza es dulce, si se toma en cuenta que el Estado que venció a Danilo Medina, ese mismo Estado venció a Leonel Fernández, en la lucha por el poder gubernamental dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y tan grande es  la rivalidad entre ellos, que amenaza con traspasar hasta los puntos más sensibles de la política dominicana.
La venganza es dulce para el que la ejecuta, en esta caso muy amarga para el pueblo dominicano que sufre las consecuencias de la lucha entre esos dos colosos por el poder político y por demás el poder gubernamental, porque que le brinda un status poderoso, al cual ambos se encuentran apegados y  se disputan la propiedad del mismo.
Mientras todo esto ocurre, el pueblo dominicano tiene otras prioridades, una de ellas es buscar un modo de sobrevivencia para poder palear la situación de miseria en la que vive, provocada justamente por estos dos personajes insaciables de tanto bienestar económico, desdeñado desde el gobierno por el cual de camaradas ahora convertidos en dos grandes enemigos.
Ya todo está visible y la división del PLD es inevitable, porque así lo decidieron ellos, solo ellos: Leonel Fernández y Danilo Medina, quienes se disputan la propiedad del mismo, pasándoles por encima a toda su dirigencia, en señal de que en esa organización política no existe ninguna otra persona en capacidad de sustentar una candidatura presidencial que pueda manterla en el poder más allá del 2016 y llevarla hasta el 2044 como se lo había plateado el propio Fernández, cuando dijo que en su partido existía una fábrica de presidentes, como queriendo decir que todos podían y estaban en el derecho y  la capacidad de aspirar al más alto puesto que brinda la política partidista de cualquier nación del mundo.
Mientras Danilo Medina, se aferra a los muros palaciegos, Leonel Fernández, se agarra al señor de los cielos, y es que en su condición actual el ex mandatario necesita la voluntad y la ayuda de muchos señores, aunque dice que nada le falta.
Naturalmente, en la política existen muchos traidores y a Leonel Fernández, gran parte de sus allegados le han dado el abrazo y beso de Judas, no solo por los compañeros de su partido, sino también de gran parte de sus aliados con el que fue generoso, y quienes le juraron su lealtad hasta la muerte si fuese posible.
Leonel Fernández, solo cuenta con unos aliados leales, siendo ellos la familia Castillo, tan leales que fueron capaces de abandonar los grandes beneficios económicos que recibían del Estado dominicano por ser perros fieles al ex mandatario y presidente del PLD, los otros actuaron como aquel barco que se pone a la deriva y que al comenzar a hundirse los primeros en tirarse son las ratas en busca de salvación.
El ex presidente Fernández, se opone a una nueva Reforma Constitucional y se declaró vigilante para preservar la Carta Magna que rige la nación, cuando esta sea meramente para lograr la reelección presidencial, se opone porque ya no quiere seguir siendo visto como el ciudadano  que viola constantemente esos preceptos constitucionales, sobre todo porque ya él no dirige los destinos del país, y es bueno así.
Leonel Fernández, fuera del poder ve la situación desde otro punto de vista, el político sagaz de aquellos tiempos, ahora es un hombre modesto, religioso y vigilante de las leyes, por eso apela a sus amigos compañeros de partido y del Congreso Nacional, para evitar que se cometa un nuevo atropello constitucional.
En cambio el presidente Danilo Medina, un hombre de poco hablar, quien anteriormente solo quiso demostrar a su país y a su partido que él también estaba en capacidad de gobernar los destinos de la República Dominicana, además pidió que le dieran la oportunidad de gobernar por solo 4 años y ni un día más, ahora embriagado por el poder, intenta y por lo visto así será reformar la Carta Magna para quedarse en el Palacio Nacional más allá del 16 de Agosto del 2016 que es cuando se cumple su mandato.
Sin embargo, tanto Medina como Fernández olvidan que la controversia entre ambos solo tiende a profundizar lesiones en el sistema democrático que mal vive el país, y que la constitución con referéndum o no en ninguna nación puede o debe aplicarse con pretensiones meramente personales para retener un mandato presidencial fuera de los gobiernos dictatoriales.
Pero Leonel Fernández y Danilo Medina son caras de una misma moneda que no ofrecen alternativa para que el pueblo pueda decidir si está de acuerdo o no para que ninguno de los dos permanezca en el poder en contra de la voluntad de la mayoría ciudadana.
Ciertamente, esto podría ser una decisión ciudadana manifestada a través de un referéndum, pero la propia Constitución adolece de suficiente claridad para determinar algunos puntos importantes, como son si la misma es una Ley Orgánica o si necesita la intervención de un referéndum donde participe la voluntad popular.
Leonel Fernández, fue quien promovió la Reforma Constitucional del 2010 en beneficio propio, sin que se tomara en cuenta lo antes dicho, ahora es un celador sigiloso de la misma, en cambio Danilo Medina, quien ambiciona permanecer en el poder más allá del mandato para el cual fue electo en el año 2012, desestima un referéndum con la participación ciudadana, a pesar de pregonar tener una simpatía de más de un 80% de los votantes en general, lo que no se compadece, ya que de ser así, ¿a que le huye el mandatario dominicano, que no sea a una derrota popular?
Al parecer con su popularidad, Danilo Medina, se encuentra situado en un castillo de arena, demostrando que la misma solo existe plasmado en los carteles y en los medios de prensa, pagados con los dineros del pueblo.
Por Olga Capellán

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