Opinion
Organizando Ideas
Nadie se muere a la víspera, así dice un refrán, sin
embargo existe la crónica de una muerte anunciada, lo que significa que muchos vivos
antes de morir ya han sido considerados muertos, al menos políticamente
hablando.
La familia Castillo Semán y su Fuerza nacional
Progresista (FNP) sirvió con dedicación, y mucha alegría en el Palacio Nacional
y otras instituciones gubernamentales a todo el pueblo dominicano, pero ellos
seguían un patrón guiador de sus andares, pero muerto el perro se acabó la
rabia.
Esta familia, comenzando por su padre Marino Vinicio
Castillo, viene dando túmbalos desde la época trujillista, del cual jugó un
papel importante en ese régimen dictatorial, con el gobierno del Dr. Joaquín
Balaguer, se hizo famoso y con los gobiernos del Partido de la Liberación
Dominicano (PLD) la misma creó una
especie de imperio palaciego, hasta que su mentor-protector Dr. Leonel
Fernández perdió el control, ya no solo del gobierno sino también de su
partido.
Estos servidores públicos con amor, cuando trataban de
imponer sus caprichos en los asuntos gubernamentales y dado el caso del intruso
que interrumpió el imperio palaciego Fernández-Castillo (Danilo Medina) ya a
este no le hacía gracia el amor proferido por estos y pasó la planadora
política a su camarada que al mismo tiempo fue su contrincante o su rival, el
mismo que hizo que lo venciera el Estado, así fue como ya su permanencia en la
casa de gobierno se hacía monótona, tan aburrida que decidieron marcharse a su
casa, quizás a contar los mosquitos que llegan por la noche o en las horas del
día.
Al principio de su partida, a pesar de que no hubo
lagrimas, sino lamentos por el hueco ya cavado por la noble familia en la casa
presidencial, donde reinó otro decir del campo adentro: rey muerto, rey puesto
y así lo fue.
Al parecer el vacío dejado por la familia Castillo Seman
y su partido bisagra FNP de poca monta, pasará a ser ocupado por las siglas de
la que fuera la mayor organización política
del país, Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con el pacto firmado entre el
presidente de la república y el presidente del partido opositor.
¿Será esto una forma de reivindicar el nombre de su
líder máximo Dr. José Francisco Peña Gómez, por el daño causado por ésta
familia?
Que Dios bendiga, se apiade y proteja al pueblo
Dominicano y que siga el entierro.
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