Se busca por intermedio de este lodazal social, difundir y educar a los inquilinos de quienes habitamos este secuestrado mundo, la realidad de una aldea denominada REPÚBLICA DOMINICANA,por medio de fotos, vídeos,siluetas, así como otros medios visuales de expresión, ya que nuestro idioma esta enajenado.Existe la libertad de morirse operado por los fraudes, a todo nivel...el mismo Estado, es una UTOPÍA.
Himno a la Patria
jueves, 8 de agosto de 2024
Luis Abinader Puede Rescatar Historia Y Dignificar Clubes Deportivos Y Culturales.
Reportaje:
Por Felipe Medrano.
Los Clubes Deportivos y Culturales, emergieron como flor de loto de los barrios populares del Distrito Nacional en los inicios de la década de 1960, desde sus orígenes realizaron y continúan desarrollando en la actualidad, una extraordinaria labor social, que por mandato constitucional corresponde ejecutar al Estado dominicano.
Como organizaciones sin fines de lucro, sin un respaldo económico y logístico sostenido de los diferentes gobiernos de turnos, administradores del Estado dominicano, con incalculables sacrificios personales de sus principales dirigentes, la gran mayoría de sus líderes históricos ya fallecidos, otros ancianos que aún continúan vivos en medio de grandes precariedades, los Clubes Deportivos y Culturales han logrado mantenerse activos realizando una encomiable función social.
Rascándose con sus propias uñas, pero tan firmes como la sólida muralla que bordea la zona colonial de la ciudad capital, los Clubes Deportivos y Culturales, tal y como certeramente los definió el inolvidable ingeniero Roque Napoleón Muñoz, son los pulmones a través de los cuales nuestros barrios respiran aire puro. Hoy ha llegado el momento apropiado para que la memoria histórica y la extraordinaria labor social de estas organizaciones y sus dirigentes fundamentales, sea oficialmente reconocida y gratificada por el Estado dominicano.
Fue la Primera Conferencia Distrital de Clubes, celebrada por la Asociación de Clubes del Distrito Nacional (Asocludisna), el 7 de diciembre de 1975 en el Centro Social Obrero, donde se aprobó la resolución de solicitar al presidente de la república la declaratoria del Día Nacional de los Clubes Deportivos y Culturales, como homenaje póstumos a los cinco miembros del Club Héctor J. Díaz, asesinados el 9 de octubre de 1971. Posteriormente, en el mes de marzo del año 1976, el Primer Encuentro Nacional de Clubes, el más grande e importante evento del movimiento clubistico nacional, refrendó como esta resolución y la hizo suya, declarando ese día como el Día Nacional de los Clubes Deportivos y Culturales.
Es propicia la ocasión para que este próximo 9 de octubre, el Presidente Luis Abinader de inicio al proceso de rescate de la memoria histórica y la dignificación de la función que realizan y continúan realizando los Clubes Deportivos y Culturales en toda la geografía nacional. El presidente Luis Abinader ha sido hasta la fecha, el único presidente que ha comprendido, valorado y reconocido públicamente en su justa dimensión, la importancia y los grandes y valiosos aportes de estas peculiares organizaciones populares.
Cabe destacar que desde su surgimiento hasta la fecha, casi todos los expresidentes ignoraron la existencia de los Clubes Deportivos y Culturales, durante los 12 años de gobiernos de Joaquín Balaguer fueron tildados de nidos y células comunistas, sobre sus dirigentes devino la más cruel y sangrienta represión, muchos de ellos fueron apresados, torturados y asesinados, locales y bibliotecas de los clubes fueron quemadas por facinerosos adeptos a ese nefasto régimen.
La primera vez que desde un estamento del Estado dominicano hubo un reconocimiento público acerca de la importancia de estas organizaciones, fue el 9 de octubre del año 1982, cuando producto de una brillante iniciativa del poeta Tony Raful, quien como diputado y amigo del doctor Hugo Tolentino Dipp, Presidente de la Cámara de Diputados, lo motivó para que en nombre y representación de ese importante órgano legislativo, se hiciera y publicara como espacio pagado en los periódicos nacionales, un mensaje de salutación con motivo del Día nacional de los Clubes Deportivos y Culturales.
El texto íntegro, calzado con la firma del doctor Hugo Tolentino Dipp y publicado decía íntegramente lo siguiente:
“Cámara de Diputados de la República Dominicana, a los Clubes Culturales en su Día. La Cámara de Diputados hace de público conocimiento a los Clubes Culturales y Deportivos en la celebración de su fecha conmemorativa, hoy 9 de octubre.
Considera esta Cámara que dichas organizaciones constituyen núcleos de alto valor ciudadano, en los cuales la juventud fomenta actividades de sano desarrollo físico y espiritual.
Cabe destacar que los clubes populares son también importantes órganos de servicio comunitario, desde donde se combaten los vicios, el analfabetismo y la precariedad de servicios públicos básicos.
Como entidades emergentes del mismo seno del pueblo, los Clubes Culturales y Deportivos hacen honor a su origen, brindando a la población el fruto de un esfuerzo que deriva en la forja de mejores ciudadanos para una mejor sociedad”.
La segunda ocasión que hubo un reconocimiento público de importancia desde el Estado dominicano, fue el 5 de octubre del año 1984, cuando el entonces presidente de la República Dominicana, el doctor Salvador Jorge Blanco, emitió el Decreto Presidencial 2402, mediante el cual se institucionalizó el 9 de octubre de cada año como el Día Nacional de los Clubes Deportivos y Culturales.
La decisión del presidente Jorge Blanco fue muy valiosa y significativa, pero con el agravante de que en sus considerandos el referido Decreto Presidencial, por no herir la susceptibilidad del General (R) Braulio Álvarez Sánchez, su entonces Asesor Militar y padre del Teniente (PN) Virgilio Antonio Álvarez Guzmán, acusado en 1971 del cruel asesinato de los cinco miembros del Club Héctor J. Díaz, se cometió el gravísimo error de distorsionar la historia del movimiento clubistico dominicano y la naturaleza de su pedimento
El decreto de marras decía textualmente lo siguiente: “en el país ha ido aumentando el número de clubes deportivos y culturales, los cuales constituyen un medio idóneo para el sano desarrollo de la juventud dominicana y que procede dedicar un día del año para honrar a todos aquellos que promueven y forman parte de los Clubes Deportivos y Culturales del país”.
En ese sentido es de rigor dejar establecido con claridad meridiana, que al evadir referirse al origen y motivación real del pedimento del movimiento clubistico nacional, no solo se encubría la responsabilidad del acusado del crimen, sino que también se falsea la realidad. En efecto, es falso de toda falsedad, que en esa época se estuviera experimentando un “aumento en el número de clubes”, sino precisamente todo lo contrario, era el momento del gran reflujo en el accionar nacional de estas importantes organizaciones populares.
Lamentablemente, el citado Decreto Presidencial no hizo acopio de la resolución de la Primera Conferencia Distrital de Clubes (1975), ni la del Primer Encuentro Nacional de Clubes Deportivos y Culturales (1976), generando pábulos y confusión, en el relevo del liderazgo generacional en el movimiento clubistico, a tal punto que la gran mayoría de ellos no conocen el verdadero significado y entienden que no es un día de reflexión, recogimiento, meditación y demanda de justicia contra los autores de tan horrendo crimen. Esa y no otra, es la razón fundamental por la cual muchos, casi la totalidad de los líderes de los clubes, hablan de “celebración” y de “conmemoración”, algunos hasta fiestas han realizado los días 9 de octubre de cada año.
Sin ánimo de demeritar las aportaciones anteriores, honor y gloria a quien la merece, la verdad es siempre revolucionaria y debe ser dicha con propiedad, la más grande, significativa y trascendental valoración que sobre los Clubes Deportivos y Culturales haya realizado presidente alguno, la ha formulado el actual presidente Luis Abinader, quien enfáticamente ha afirmado que: “En nuestro país había una tradición desde los años 60s de los Clubes Deportivos y Culturales, eran clubes que alejaban a los jóvenes de los vicios, que planteaban muchas competencias, tanto de básquetbol, de voleibol, en algunos casos también de béisbol y en las noches también hacían obras de teatro, obras culturales para mantener a los jóvenes de ambos sexos bien ocupados”.
Continuó enfatizando el presidente Luis Abinader: “Y yo creo que eso tuvo también una gran función y tuvo también un gran resultado, alejando a los jóvenes de los vicios, después desde hace unos 15 años el gobierno no siguió apoyando estos clubes y yo creo que eso fue sumamente negativo para toda la juventud de la República Dominicana y ha permitido que los vicios, en algunos casos, se apoderen de barrios completos de nuestro país. Esa es nuestra promesa, de impulsar el deporte, el deporte sano, también las artes y la cultura a nivel popular, para que pueda desarrollarse en la República Dominicana una juventud sana, una juventud sin vicios”.
El presidente Luis Abinader como el mejor conocedor de la historia, desarrollo y función de los Clubes Deportivo y Culturales, es el más facultado para corregir la distorsión histórica cometida por el presidente Salvador Jorge Blanco, emitiendo un nuevo decreto presidencial que derogue el anterior (2402), donde se establezca claramente que el “Día Nacional de los Clubes Deportivos y Culturales” se instituye como homenaje póstumo a los cinco miembros del Club Héctor J. Díaz, asesinados el 9 de octubre del año 1971 y como reconocimiento a todas aquellas personas que se han sacrificado para que estas organizaciones se mantengan desarrollando tan encomiable labor social.
Finalmente, entiendo además, que el próximo 9 de octubre, el presidente Luis Abinader se llenaría aún más de gloria, si ese día realizará un gran acto de homenaje póstumo a los líderes del movimiento clubistico ya fallecidos y a todos aquellos viejos dirigentes que aún siguen vivos, otorgándoles un merecido pergamino de reconocimiento; así como pensiones privilegiadas o dignas, para quienes ya ancianos, enfermos y con grandes precariedades económicas, continúan dando lo mejor de sí por el sano desarrollo de nuestros niños, adolescentes, jóvenes y adultos, en su apostólica misión de sacrificarse cada día por la construcción de una mejor sociedad en la República Dominicana.
Nota:
El autor fue presidente del Club Deportivo y Cultural Villa Faro (1973-1976), presidente de la Asociación de Clubes del Distrito Nacional (Asocludisna) (1986-1978) y Director de la Unidad de Promoción Cultural de la UASD (1985-2010).
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