Por Mercedes Castillo
Periodista, expresidente CDP
El trascendental avance de la mujer a nivel mundial es parecido al galope de los caballos, cuando corren a su máxima velocidad. Y es que la conciencia de la Mujer sobre la defensa de sus derechos humanos aumenta cada día.
Su accionar en todas las áreas ,actividades y producción, habla por sí solo. Ha estado dispuesta a jugársela para lograr su libertad; su posibilidad de actuar como sujeto pensante de la humanidad, desafiando todos los obstáculos, hasta comprometer su vida.
Cada día se gana la confianza y el respeto para ocupar y desempeñar con idoneidad los distintos espacios, por su talento, capacidad, educación y buena disposición a conquistar sus objetivos como ser social visionario.
Su despertar la conduce y compromete a negarse a que se siga reproduciendo el odioso modelo milenario machista, que la convierte objeto dependiente económica y emocionalmente de su pareja sentimental.
Es una disposición consciente de luchar contra la cultura machista que la ha considerado “una cosa” propiedad del hombre.
Ya no quiere ser solo ama de casa, buena madre, buena esposa, ni que le regalen nada . Quiere ser un ente independiente y un excelente activo de la sociedad; por esa razón, las aulas universitarias están abarrotadas de mujeres estudiando todas las carreras y oficios , ncluyendo aquellas tradicionalmente destinados para hombres.
Ha demostrado ser excelente estudiante y profesional de primera línea,con las más altas calificaciones. Igualmente, es muy responsable y trabajadora.
La valoración de su capacidad y dedicación por la propia sociedad la estimula cada vez más a ser excelente gerente, empresaria, dirigente política, gremial, sindical, líder comunitaria, municipalista, congresista, vicepresidente y presidente de la República en muchos países.
La igualdad de pago por igual trabajo,es una de su lucha en estos tiempos, por lo irritante que resulta, así como su condena y rechazo a seguir siendo maltratada, humillada y burlada y asesinada ,por no querer obedecer ni aceptar los caprichos e inseguridades de su marido.
Esa brillante carrera galopante por conquistar sus derechos y alcanzar sus objetivos como ser humano y social, la convierte en un ser extraordinario, súper especial.
A propósito del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, el mejor regalo que se le puede hacer es respetar sus derechos humanos. Solo así habrá paz en la sociedad y la humanidad. Enhorabuena.
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