Himno a la Patria

miércoles, 26 de febrero de 2025

Denuncias Corrupción

 


Por Juan TH

La corrupción es un flagelo que impide el desarrollo de los pueblos, porque un pequeño grupo integrado por corruptos y corruptores, tanto del sector público como privado, se roban el presente y el futuro de la mayoría de los ciudadanos, condenados eternamente a la pobreza y el subdesarrollo, es por eso que en muchos países el uso ilícito de recursos es castigado con la muerte, como en la República Popular China, que todos los años fusila entre tres mil y tres mil quinientas personas.

En esos países la corrupción se castiga con cárcel y muerte. Un condenado a muerte lo menos que recibe es cadena perpetua. ¡Sin apelación!

En países como la República Dominicana, la corrupción es vista como “un mal necesario”, parte de la cultura, sin ninguna consecuencia, lo que impide el progreso de la mayoría del pueblo. Mientras unos se enriquecen desde una posición en el Estado, otros viven en la miseria, muchos en la pobreza extrema, sin recursos para una buena alimentación y una vida digna.

Los gobiernos van y vienen. Igual que las denuncias de corrupción.
Durante los 20 años de la “Era del Partido de la Liberación Dominicana”, que encabezaron los expresidentes Leonel Fernández (12 años) y Danilo Medina (8) las denuncias de malversación de fondos superaron las doscientos, en la mayoría de los casos, con evidencias que bien pudieron producir condenas muy duras y largas, pero nada pasaba, la impunidad y complicidad, eran la norma.

Convertido en un partido hegemónico que controlaba todos los poderes del Estado, incluyendo los poderes fácticos, no quedó un sector económico, político y social, que no se corrompiera, creando estructuras que permitieron el enriquecimiento de pequeños grupos en todas las áreas. La mayoría de los dirigentes del PLD acumularon grandes fortunas, pasando de dirigentes políticos a empresarios.

El PLD era, además de partido hegemónico, una poderosa corporación que fue sacado del poder por la ambición de sus principales dirigentes: Danilo quiso reelegirse, dispuesto a dar un golpe de Estado (no blando), mientras Leonel se oponía al intento, yéndose del PLD y formando la Fuerza del Pueblo.

Sin la división es posible que la historia fuera otra. Pero no se pusieron de acuerdo. Danilo y Leonel se convirtieron en enemigos acérrimos. Con el partido dividido, acosado por las denuncias de corrupción, agotado por los 20 años de ejercicio malévolo del poder, no le quedó más remedio que aceptar la derrota.

Esa coyuntura fue aprovechada por el Partido Revolucionario Moderno y su candidato Luís Abinader que finalmente ganó las elecciones del 2020. Han pasado más de cuatro años y aún no se ven los resultados de la lucha contra la corrupción. Casi cinco años y todavía los expedientes no muestran las consecuencias del robo de los dineros del pueblo.

 

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