Opinión
Organizando Ideas
Olga Capellán.-
La Reforma constitucional ha sido practicada por 39
veces en la historia de la República Dominicana como nación que apenas lleva
171 de su fundación, realizada el 6 de noviembre de 1844 en San Cristóbal, vinculada
a los hechos heroicos del 27 de Febrero del mismo año, gracias al esfuerzo de
grandes hombres que sintieron un verdadero amor por la patria, siendo ellos:
Juan Pablo duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez, como
principales responsables de la independencia nacional.
La modificación de la Constitución en cualquier país del
mundo solo se efectúa para variar artículos considerados obsoletos, inconclusos
o pocos claros referentes a determinadas situaciones, para mejorar los derechos
ciudadanos entre otros capítulos, para incluir nuevos artículos en beneficio de
la nación, pero nunca para retroceder el avances democrático o para coartar los
derechos ciudadanos; por eso le llaman
Carta Magna.
La Carta Magna proviene del latín y se hizo para
garantizar las libertades públicas y para limitar el poder del rey por un
consejo, senado, congreso, parlamento o asamblea ante los acosos sociales y
políticos que existían en su época.
La Carta Magna fue creada en el año 1215 en
Inglaterra, documento aceptado y sancionado por el rey Juan I de Londres, y se
hizo porque Los nobles normandos oprimían a los anglosajones y estos se
rebelaron, la misma contó con 63 artículos para asegurar los derechos feudales
a la aristocracia frente al poder del rey.
En cambio, la Constitución dominicana se hizo para
determinar la forma de gobierno y sus modalidades para poner en funcionamiento
los poderes públicos, cosa ésta que ha sido desvirtuada por los gobiernos de
turnos en los últimos años, cada cual haciéndola modificar como traje a la
medida para favorecerse en los asuntos del Estado y su permanencia en el poder
gubernamental, cosa esta no habitual en los países democráticos, sino en los régimen
dictatoriales con la finalidad de perpetuarse más allá de los períodos para las
cuales fueron elegidos.
En Colombia, país que durante décadas viene sufriendo
los efectos de una guerra civil, su Congreso acaba de abolir de una forma
definitiva la reelección presidencial en ese país sudamericano, mientras que el
residente de la República Dominicana, Danilo Medina obliga una Reforma
Constitución con la única y mera intención reeleccionista, pagando a un Congreso
amañado una cuantiosa suma millonaria para tales fines con los fondos del
Estado, según han publicado diversos medios de prensa, y a pesar que la misma
fue ya reformada por última vez en el año 2010.
Es decir: esa Reforma Constitucional la estamos
pagando por vía de nuestros impuestos cada ciudadano dominicano, aunque en
mayoría no estemos de acuerdo con la misma.
¿21 cañonazos
para qué?
Este sábado mientras el pagado Congreso Nacional
sesionaba en su palacio, los guardias ranas apostados en su alrededor,
esperaron que terminara la ridícula reforma, la que pasó en primera lectura y
estos lanzaron 21 cañonazos en señal de júbilo por el hecho y quizás dijeron:
“Viva el Zar”.
Esos 21 cañonazos tienen que haber sido para anunciar
como el gobierno de Danilo Medina, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD)
y su Congreso Nacional se burlaron del pueblo por quienes fueron electos, de lo
contrario no tuvieron razones para serlos.
En tanto, un comentario publicado en un medio digital
dijo lo siguiente al responder una pregunta de un lector sobre este tema:
Estamos anunciando el ingreso de lleno a un trujillismo del siglo XXI, tal y
como lo anunció el león.
Más allá de todo esto, hablando por la vía telefónica
desde Puerto Rico, un ciudadano de este país y con 92 años de edad dijo lo
siguiente: En la República Dominicana se ha producido un pacto de la
complicidad, ustedes tienen que luchar para sacar al gobierno del Palacio
Nacional y olvídense también de ese partido del “Jacho Prendido”.
Oh señor, como cambian los tiempos.
Que Dios se apiade, bendiga y proteja al todo el
pueblo dominicano.
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