Ante esta situación, el canciller Roberto Álvarez presentó la postura oficial de República Dominicana durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde calificó la crisis como «una grave amenaza para la República Dominicana».

En su intervención, Álvarez denunció la crítica situación humanitaria en Haití, enfatizando la vulnerabilidad de mujeres y niñas en campamentos de desplazados que viven aterrorizadas y expuestas a agresiones sin protección alguna cada día, mientras la comunidad internacional aún no ofrece una respuesta concreta.

«Si se continúa en estado de letargo y no se interviene con la contundencia necesaria para erradicar de raíz esta prolongada crisis, corremos el grave riesgo de presenciar su transformación en un conflicto internacional de proporciones imprevisibles», advirtió el ministro ante la comunidad internacional.

El gobierno dominicano, en respuesta a esta amenaza, ha desplegado 1,500 soldados adicionales en la frontera, sumándose a los 9,500 que ya prestaban servicio en la zona, y ha declarado a los grupos criminales haitianos como organizaciones terroristas.