Himno a la Patria

martes, 25 de noviembre de 2025

Las Hermanas Mirabal: Legado de Libertad y Símbolo Eterno Contra la Violencia



Por: Ángel Ruiz-Bazán 


Cada 25 de noviembre, el mundo conmemora el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, una fecha profundamente ligada a la historia de la República Dominicana y al sacrificio de tres mujeres que, con su valor, trascendieron generaciones: Patria, Minerva y María Teresa Mirabal.

Ellas no solo se convirtieron en símbolo de resistencia contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, sino que hoy representan la lucha global por la dignidad, la justicia y la igualdad de las mujeres.


Un legado nacido en tiempos de oscuridad


Las Hermanas Mirabal, conocidas como “Las Mariposas”, crecieron en una época marcada por el miedo y la opresión. A pesar de los riesgos, se involucraron activamente en movimientos clandestinos que buscaban poner fin a la dictadura trujillista.

Minerva, reconocida por su inteligencia brillante y su firmeza moral, fue una de las voces más claras contra el régimen. Patria, movida por su profunda espiritualidad y sentido de justicia, se sumó al movimiento tras presenciar un ataque militar que la marcó para siempre. María Teresa, la más joven, aportó dinamismo, valentía y una visión fresca a la causa.


Su compromiso con la libertad las llevó a ser perseguidas, encarceladas y finalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960, en un crimen brutal orquestado por el régimen.

Sin embargo, la dictadura jamás logró callarlas: su muerte despertó la indignación nacional e internacional que aceleró el fin de Trujillo y elevó a las Mirabal como mártires de la libertad.


Un día para recordar y actuar


En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, tomando como referencia el asesinato de las Hermanas Mirabal.

Esta fecha convoca al mundo a reflexionar sobre las distintas formas de violencia que aún afectan a las mujeres: física, psicológica, sexual, económica, doméstica y simbólica.

También nos recuerda que la lucha por la igualdad no está completa mientras una sola mujer siga siendo víctima de abuso.


Las Mirabal no murieron en vano. Su historia se convirtió en bandera, su sacrificio en llamado global, y su memoria en fuerza colectiva para seguir trabajando hacia un mundo donde ninguna mujer viva con miedo.


Hoy, más que nunca, levantamos la voz para condenar enérgicamente toda forma de violencia contra la mujer.

La violencia de género es una herida abierta en nuestras sociedades, una injusticia que lacera familias, destruye sueños y amenaza la dignidad humana.


Reafirmamos que:

Ni el silencio,

ni la indiferencia,

ni la impunidad

pueden tener espacio en un país que aspira a la justicia y al respeto.


Séase donde sea, venga de quien venga, la violencia contra la mujer es inaceptable y debe ser enfrentada con políticas firmes, educación, protección, acompañamiento y un compromiso social permanente.


Al honrar la memoria de las Hermanas Mirabal, honramos también la lucha de todas las mujeres que han levantado su voz. Que su ejemplo nos inspire a construir una sociedad más humana, más justa y libre de violencia.

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