Olga Capellán
En el mundo selvático existen todo tipo de animales,
grandes, pequeños, mansos, cimarrones y de toda variedad con diferentes
estructuras, capaces de impresionar las miradas de cualquier ser humano,
caninas, felinas etc. etc., entre los que podemos señalar al León como el más audaz,
inteligente, imperioso y valiente de
todos, por eso ha ganado el título de:
Rey de la Selva.
El León, animal de la familia de los félidos, a pesar de que muchas veces a simple vista no se
le nota tener un gran tamaño, pero su consistencia es inmensa, con fuerza y
agilidad extraordinarias, es decir, se trata de un ser de gran poder y dominio
en el entorno en que vive.
En la República Dominicana la palabra león como tal,
también al igual que su propia característica la usan para nombrar a
determinado personaje, uno de ellos lo es el Dr. Leonel Fernández, ex
presidente de la nación y actual presidente del Partido de la
Liberación
Dominicana (PLD) nombre que se adjudicó en momento que competía por ocupar la
silla de alfileres del Palacio Nacional, siendo su principal contrincante el
Dr. José Francisco Peña Gómez, este último aún siendo uno de los hombres más brillantes
y valiosos de esta isla, quien, por sus
rasgos físicos y procedencia racial fue comparado con un mono, en cambio Leonel
Fernández, se le tildó de león, en señal de que lo aplastaría, y así fue;
gracias a la ayuda del Dr. Joaquín Balaguer, considerado una de las personas
más racista de este país caribeño, a pesar de sus dotes personales.
Fernández, con ese seudónimo ha peregrinado por muchos
años, incluyendo 12 como presidente de la república, emanando simpatía por su
estilo generoso, carismático y encantador, pero en el mundo de los vivientes
hasta la belleza cansa; hoy luego de tanto encanto, el ex presidente acaba de
ser declarado un muerto político, enterrado por sus propios compañeros de partido,
muchos de los cuales le habían jurado lealtad en todo su trayecto político y
profesional.
¿Quién enterró al León?
Leonel Fernández, a partir del espectáculo
reeleccionista se convierto en un muerto, enterrado para siempre políticamente
hablando, siendo el artífice de su entierro el propio presidente de la
república Danilo Medina, además de sus compañeros que le habían jurado lealtad
incondicional, pero que en el fondo solo se trataba de una estrategia política
para mantener candidaturas congresuales y municipales, lo que quedo evidenciado
con el acuerdo reciente firmado entre ambos bandos en pugnas, en nombre de la
supuesta unidad del PLD.
Con esta acción, Danilo Medina, pasa a ser el
auténtico líder peledeísta, posición arrebatada a Leonel, con uñas y dientes, o
mejor decir: con las garras del poder.
Pero el presidente Medina, no necesito de muchos
esfuerzos para enterrar al León, ya que este se encontraba al borde de la
tumba, luego de las declaraciones del ex capo de la droga, Quirino Ernesto
Paulino Castillo, cuando anunció haberle ayudado económicamente para que
Fernández realizara su campaña electoral cuando ganó por segunda vez la
presidencia de la república en el año 2004.
Al León lo
dejaron solo
Durante su estado agonizante Leonel Fernández, no vio
en su lecho a aquellos aliados a quienes él tanto favoreció, incluyendo a sus
compañeros de partido que le abandonaron cuando vieron que
este políticamente se había convertido en comida para las garzas, porque la
idea solo era preservar las posiciones que actualmente ocupan, siendo lo que
sucedió en un acuerdo macabro unificador.
Fue por ello que el
León, viéndose solo, acorralado y hecho trizas políticamente obstó por
aferrarse a algunos pasajes bíblicos, sin embargo olvido que a Jesucristo,
Judas Iscariote lo vendió por 30 monedas de plata, y este al verse condenado a
muerte le dijo a Pedro: me negarás tres veces antes que cante el gallo.
La muerte del León se
veía venir, dado la falsedad de aquellos que fingían ser sus seguidores, y que prefirieron cambiar su rendirse
por el mantenimiento de los cargos ocupantes, lo que significa la no existencia
de lealtad para con su jefe políticos.
Existen personas que
cavan su propia tumba y Leonel
Fernández, políticamente ya muerto está; sin que el título leonino pudiera
evitar su muerte, aleluya y que siga el entierro del León.
Por último, la unidad
del Partido de la Liberación Dominicana ya está sellada, pero las heridas
políticas aún siguen abiertas.
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