Himno a la Patria

martes, 5 de noviembre de 2013

¡Qué apropiada fue la homilía de ayer!

                                              
Lic. Olga Capellán.-



UNIÓN EUROPEA.- Qué apropiada fue la homilía de ayer en la iglesia de nuestra comunidad, ¿acaso pensaron en los dominicanos? Cuando dijeron la lectura de Lucas. 19, 1, 10, en aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de los publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura.

Corrió más adelante y se subió en una higuera, para verlo, porque Jesús tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel lugar, levantó los ojos y dijo: “Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”. Zaqueo, bajó en seguida y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:   “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”. Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: “Mira, la mitad de todos mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.”  Jesús le contestó: “Hoy ha sido la salvación de esta casa; también este es hijo de Abrahaán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.”

Creo que cuando se escribió este pasaje de Lucas se había pensado en los funcionarios del gobierno dominicanos, que al igual que Zaqueo, se han aprovechado de los bienes del pueblo en beneficio propio, a quienes debería restituirles cuatro veces para compensar el daño ocasionado a toda la nación.

Zaqueo era un cobrador de impuestos que lo utilizaba para su enriquecimiento, pero al ver la presencia  de Jesús, no tuvo más remedio que buscar del perdón para poder salvarse, él se había enriquecido con los trabajos del pueblo, pero supo restituirle a quienes había engañado y además dio la mitad de todos sus bienes a los pobres.

En la República Dominicana al igual que Zaqueo, gran parte de los funcionarios gubernamentales también se han apoderado de los bienes del pueblo sin que estos hayan sentido remordimiento alguno, restituyendo con la devolución a los ciudadanos que a día mueren de hambre movido por el asfixie económico a que han sido sometidos por las propias autoridades, mientras los servidores públicos esconden sus grandes fortunas en bancos extranjeros, estos (los pobres) no alcanzan para conseguir una migaja.

Por el contrario el zaqueo continúa a diario, mientras ante el mundo las autoridades competentes hacen creer que en el país se está combatiendo la pobreza, cuando solo se han combatido a los pobres, cuando lo que se hace esquitarle el pan, también se le quita el derecho a la vida, y como si fuese poco, ahora a muchos de estos infelices también se le ha quitado su nacionalidad.
Que Dios bendiga, ayude y proteja a todo el pueblo dominicano.



La autora,
es periodista


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