Opinión
Organizando Ideas
Olga Capellán
El populismo es un término de un contexto
habitualmente peyorativo, utilizado mayormente en el ámbito político, sin que
este refleje una evidente identificación ideológica, donde el mismo puede ser
llevado a efecto por órganos de
izquierda o de derecha, y en los últimos tiempos también llevado a la práctica
por otros sectores, con el mero interés de dar a conocer un carisma que a veces
ni siquiera estos poseen.
Existen sectores fuera de la política que se
manifiestan de manera populista, pero ligados de manera directa o indirecta a
esta ciencia, ya que muchos se identifican en gran medida con los partidos
gobernantes, a sabiendas que muchas veces no son las mejores representaciones
del pueblo para resolver los problemas perentorios que les aquejan.
En Brasil por ejemplo, Luís Ignacio (Lula) da Silva
asumió la presidencia de del más amplio país sudamericano en territorio y
población y gobernó desde el 2003 hasta el 2010, ejerciendo sus mandatos de una
forma popular, siendo sustituido por su compañera de partido Dilma Rousseff,
quienes gobernaron y siguen gobernando de una forma populista, hoy tanto la
actual presidente de esa nación como su antecesor se encuentran bajo la mirilla
por acusaciones ligadas a la corrupción, uno de los más sonados casos lo es el
de Petrobras, del que se acusa también extender sus tentáculos corruptivos
hacia el gobierno dominicano.
En Alemania la actual canciller de la República
Federal (jefe del gobierno) en su accionar actúo de manera populista, tanto
frente al problema económico por el que atraviesa Grecia, casi estrangulada,
gracias a la política del no al rescate implementada por el sistema, a pesar de
ser ambas naciones miembros de la Unión Europea, así como a la política del
flujo de asilantes, dado en las últimas semanas, y que vino al traste, luego de
la publicación de la muerte de niños que fallecieron cuando intentaban juntos a
algunos familiares cruzar fronteras desde África y Medio Oriente hacia Europa,
“haciendo humanizar” a la clase política gubernamental.
En Latinoamérica, uno de los casos populistas más
palpable lo es el de Venezuela, luego de la “Revolución Bolivariana”
implementada por el ya fenecido “Comandante” Hugo Chávez, y continuada por
Nicolás Maduro, el que le sustituyó a la hora de su muerte; y quien gobierna es
país con manos férreas en contra de la oposición.
En el Caribe, el gobierno más conocido como populista
lo es el de nuestro país, República Dominicana, donde el modelo implementado por
el Partido de la Liberación Dominicana
(PLD) primero con el Dr. Leonel Fernández a la cabeza, y ahora por
el Lic. Danilo Medina, de este último se dice busca impresionar a la
ciudadanía con diversas acciones populares, que si bien es cierto se compenetra
con su pueblo, pero no le soluciona los principales problemas existentes, al
menos así lo aseguran políticos de
diversos partidos de la oposición, siendo el de mayor alcance el Lic.
Luís Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el Dr. Guillermo
Moreno de Alianza País, entre otros.
De acuerdo al candidato opositor, Medina se abandera
del populismo haciendo visitas sorpresas a los sectores más desposeídos, pero
según Abinader, el presidente de la republica incumple en más del 88% de las
promesas realizadas a lo largo de su gobierno y gestión.
El populismo también es aprovechado por otras áreas,
donde cantidades indeterminadas usan este método para cobijarse bajo la sombra
de otros similares, entre ellos en los diversos medios de comunicación, y
quienes utilizan este contexto solo pretenden brillar con la estrella ajena.
En los medios de comunicación y redes sociales también
aparecen profesionales carentes de ideas, propios de la escasa formación
educativa, muchos de los cuales se abanderan en organizaciones gremiales o
políticas, oponentes a cualquier tipo de ideología, pero capaces de poner en
apuros públicamente a quienes ellos consideran sus rivales de hecho, sin tomar
en cuenta las clases sociales.
Existen lamentables casos de incontrolables é
intolerantes, realidades a todos los niveles que vivimos cada día y en
diferentes medios.
La autora es periodista