Alexander Olivence G.
La Gran Parada Dominicana del Bronx, ese pulso vibrante de música, colores y orgullo quisqueyano que late cada verano en Nueva York, no es solo una fiesta. Es un escenario político de primer orden, un espacio donde la comunidad espera ver a sus representantes caminando junto al pueblo. Este año, sin embargo, la ausencia del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y sus principales figuras locales resonó con fuerza, dejando un vacío notorio y generando críticas.
**El Silencio Oficialista: Un Vacío en la Avenida Grand Concourse**
Resultó imposible no notar la falta de la delegación del PRM NY, liderada por su presidente Yulin Mateo. En el que es considerado el evento más importante de la comunidad dominicana en Nueva York, la seccional del partido de gobierno brilló por su no participación. Igualmente llamativo fue la ausencia de Neftalí Fuerte, Secretario de las Comunidades Dominicanas en el Exterior del PRM, y su equipo. Se esperaba su presencia como representación natural del partido oficialista ante la diáspora, pero ese espacio quedó desierto.
Esta doble ausencia – tanto de la dirigencia local neoyorquina como de la representación nacional para la diáspora – no pasó desapercibida. En las redes sociales y en conversaciones posteriores al evento, surgieron cuestionamientos: ¿Por qué el partido que gobierna en Santo Domingo no tuvo una presencia protagónica en el evento cumbre de su diáspora en la capital del mundo? ¿Qué mensaje se envía al no caminar junto a la comunidad en su día más visible?
**Lealtad Política: La Corriente que Sacó la Cara**
Mientras el liderazgo formal del PRM NY estaba ausente, una corriente interna del partido tomó la iniciativa y llenó, al menos parcialmente, el vacío. **Lealtad Política**, identificándose como la corriente institucionalista, desfiló con energía y convicción. Sus miembros, vestidos de blanco y portando corazones con los colores de la bandera dominicana, llevaron alto el mensaje de apoyo al gobierno de Luis Abinader.
Su campaña, “Por Amor al País, Apoyemos a Luis”, fue el eje central de su participación. Con pancartas y consignas, destacaron lo que presentan como la gestión “transparente y de transformaciones” del presidente Abinader y el gobierno del PRM. Su presencia fue una declaración clara de apoyo interno y una demostración de que, pese a la ausencia de la dirigencia formal, hay bases perremeístas activas y comprometidas en Nueva York.
**Reacción y Justificación: Agenda Previa vs. Expectativas**
Consultados sobre su ausencia, fuentes cercanas a la dirección del PRM NY mencionaron compromisos de agenda previos como motivo principal. En un comunicado posterior, la seccional neoyorquina reiteró su compromiso con la comunidad, pero no profundizó en las razones específicas que impidieron la participación de Mateo y otros líderes clave. La ausencia de Neftalí Fuerte, por su parte, no fue públicamente explicada por la Secretaría de Comunidades en el Exterior al cierre de esta edición.
**Más que un Desfile: Un Simbolismo Político**
El Desfile del Bronx trasciende lo folclórico. Es un acto de reafirmación identitaria, un espacio donde la comunidad mide el compromiso y la cercanía de sus instituciones y representantes. La ausencia de la estructura formal del partido gobernante en un evento de esta magnitud es interpretada, inevitablemente, como una desconexión o una subestimación de su importancia simbólica y política.
Que una corriente interna como Lealtad Política haya sido la única representación visible del oficialismo perremeísta en la avenida plantea interrogantes sobre la cohesión y la estrategia de presencia en la diáspora. Demuestra que, incluso dentro del partido, hay sectores que reconocen el valor irremplazable de pisar la calle y mostrarse junto al pueblo en su celebración más emblemática.
**Reflexión Final: La Política no Tolera Vacíos**
La Gran Parada Dominicana del Bronx ha dejado una imagen clara este año: mientras la dirigencia formal del PRM en Nueva York y su representación nacional para la diáspora eligieron otros caminos, el vacío que dejaron fue llenado por el entusiasmo de una corriente interna que sí entendió el mensaje. En política, como en el desfile, **no participar también es enviar un mensaje.** La comunidad dominicana en Nueva York, atenta siempre, tomó nota. Queda por verse si esta ausencia resonará más allá de la Grand Concourse y qué acciones tomará el PRM para reafirmar, con presencia tangible, su compromiso con el corazón dominicano en Nueva York. Como bien dijo un vocero de Lealtad Política al finalizar el desfile: *”Aquí estamos, con el pueblo, apoyando al Presidente y su obra. El que no viene, se pierde la fiesta… y el contacto con su gente.”
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