Los sondeos de las ediciones digitales de Listin Diario, Hoy, El Caribe, El Dia y otros medios que registraron a mediados de agosto la acentuada caida de la popularidad e incluso el rechazo a Danilo Medina, al cumplirse tres años de su gestión, encendieron todas las alarmas en Palacio.
A ese cuadro adverso siguió la tupida marea de incredulidad y rechazo al juramento por Dios del presidente Medina en su discurso de proclamación del pasado domingo.
El lunes a primerísima hora el ambiente en Palacio pasaba de la histeria, al pánico y del pánico a la desesperación. Las direcciones General de Comunicaciones, y de Información, Análisis y Programación Estratégica de la Presidencia, tenían que diseñar y ejecutar de inmediato ejes temáticos de control de daños.
Pero a las 10 de la mañana de ese mismo lunes, Luis Abinader y el Frente Agropecuario del PRM, mostraron a la prensa un documentado expediente revelador de que las llamadas visitas “sorpresa” de Medina eran fundamentalmente un artilugio propagandístico.
Un montaje político más que un programa destinado a resolver los problemas de producción, financiamiento, conversión tecnológica y comercialización que padece nuestra sacrificada gente del campo.
Demostró la oposición que esas visitas han sido prácticamente un engaño, si se toma en cuenta que de 166 promesas, el Presidente había cumplido 18, y que de más de 22 mil pesos anunciados para la ejecución de esas promesas, apenas habían desembolsad cerca de 3 mil.
Un veterano ejecutivo de medios comentaba todavía ayer en la TV que nunca un partido político había presentado un expediente tan completo y contundente. Fue evidente que Luis y el PRM desmontaron el buque insignia de la pretensión continuista de Medina y su anillo palaciego.
Fue así que para el martes al medio día fue convocada la reunión de urgencia en Palacio con los escribidores, comentófagos, bocinas digitales y comisarios políticos enquistados en redacciones de medios, de los que pueden dar la cara.
Cinco fueron las directrices trazadas para salvar el aciago momento, 3 de ellas usando la estrategia ajedrecística de ataque como la mejor defensa; 1 buscando salvar las visitas “sorpresa”; y otra para tratar de recuperar la popularidad de Danilo.
Usar columnistas y comentaristas “independientes” y no tanto, para “analizar” que Abinader cometer “el error” de condenar las visitas “sorpresa”, cuando lo que él y el PRM han demostrado con datos, no con juicios, son los increíbles incumplimientos de Danilo y el uso político del programa.
Volver a tratar de descalificar a Luis como candidato y meter cuñas entre él e Hipólito, incluso difundiendo noticias de cuando constructivamente el ex presidente valoraba las visitas en un tiempo en que se desconocía que eran fundamentalmente propaganda e incumplimientos. Citó también un articulista de la causa continuista la valoración positiva que hizo la FAO, desconociendo también su alta tasa de incumplimientos y su uso politiquero.
Culpar al leonelismo de arreciar una supuesta campaña para desacreditar e ilegitimar la repostulación de Danilo, acusándolo de intentar boicotear la asamblea de delegados (a lo que atribuyen el cuórum que para el nivel de militancia de la dirigencia morada y dada la trascendencia de la reunión ha sido considerado pobre);
culpar también al leonelismo por la marea de rechazo generado en las redes al juramento de Danilo; y responsabilizar a leonelistas de motorizar acciones para que sea aprobada en el Tribunal Constitucional una demanda que ilegitimaría la repostulación de Danilo.
El miércoles el comentarista reeleccionista Carlos Peña acusó de esa faena en El Gobierno de la Mañana a los destacados juristas ex vicepresidente de la República Rafael Alburquerque, y al ex procurador general de la República, Radhamés Jiménez, mientras Rosendo Tavárez, también defensor de la reelección, aderezó el comentario afirmando del supuesto hecho que “eso es una conspiración”.
Tratar de salvar el prestigio propagandístico de las visitas “sorpresa”; para lo cual el mismo día de la denuncia opositora Dicom publicó una nota en los medios; distribuyeron ayer una “infografía”, en realidad un cuadrito con consignas propagandísticas sin ningún valor como dato, mientras usan a algunos voceros que generalizan y hacen juicios de valor pero no se refieren a los incontrovertibles datos de Luis y el PRM. Por más que salten y pataleen, para el pueblo y la opinión pública ya ese pleito lo perdieron.
Finalmente se decidió tratar de reflotar la popularidad de Danilo sacando varias “encuestas” que pinten una popularidad que –conforme muestran múltiples datos de la realidad– ya Danilo perdió.
Ahí están los problemas generadores de la caída de la popularidad de Danilo y la desafortunada reactividad de Palacio. En un siguiente artículo trato sobre los polvos que trajeron estos lodos.
DOMINGO 6 SEPT. 2014
HORA: 10.40 A. M.